Impermeabilización

Cuando el único requisito es construir una barrera hermética continua capaz de adaptarse a algunos movimientos y deformaciones, el método preferido es el uso de muros-diafragmas rellenos con hormigón plástico. Se ha aplicado extensamente para las pantalla de impermeabilización de represas debajo de la estructura propuesta y como medio para reparar las ya existentes. Los pantallas de impermeabilización se instalan quitando el material del sitio y reemplazándolo por materiales de ingeniería con una permeabilidad extremadamente baja o modificando las propiedades de permeabilidad del suelo existente. La característica principal de los diafragmas plástico, con mezclas de agua y cemento o bentonita que se asientan solas, es que garantizan una barrera con un nivel bajo de permeabilidad, y sus propiedades de alta plasticidad hacen que puedan soportar los movimientos posteriores de asentamiento del suelo sin romperse ni quebrarse.

El espesor de los diafragmas plásticos varía de 50 a 120 cm, y estos diafragmas son sin duda alguna los más utilizados para la construcción de barreras de contención del suelo. Los diafragmas plásticos se pueden integrar con una membrana de polietileno de alta densidad (HDPE), es decir una lámina de polietileno de alta densidad que se inserta en el diafragma. Los muros-diafragma que contienen este material sintético garantizan niveles extremadamente altos de impermeabilidad y una mayor resistencia a determinados agentes contaminantes. La profundidad máxima de instalación es de aproximadamente 30 m. La barrera de pilotes secantes es una técnica que se aplica principalmente en aquellas situaciones en las que la logística del proyecto hace que sea difícil construir un diafragma con paneles. Por lo general, se utilizan para producir muros de pilotes con diámetros que van desde 600 e 1 500 mm, construidos utilizando mezclas rápidas que se asientan solas u hormigón.